Con motivo de las exposiciones sobre obras maestras de la literatura irlandesa y las actividades sobre Irlanda que estamos haciendo estas dos semanas en torno al día de San Patricio, en algunos grupos de Programa y de Sección Bilingüe (de momento en 3ºA y en 2º Pmar, próximamente en 1ºC) hemos realizado una análisis de todo un clásico de la literatura en lengua inglesa: los Viajes de Gulliver de Jonathan Swift.
Muchas veces equivocadamente entendida tan sólo como un libro de
aventuras, Los Viajes de Gulliver es, al contrario, mucho más que
eso, es una extraordinaria sátira y una de las obras cumbres de la
literatura universal, que pudo leerse de muy diversas maneras en su
día (fue todo un éxito de ventas y un clásico instantáneo) y que
hoy en día alcanza también una multitud de lecturas diversas
vinculadas incluso con temas de actualidad.
Casi ningún otro libro alcanza más notoriedad entonces que el libro de viajes, y es en ese momento cuando Jonathan Swift, deán de la catedral de San Patricio de Dublín, escribe esta obra maestra que satiriza dicha literatura, los conflicos parlamentarios del Imperio Británico, los conflictos religiosos entre Gran Bretaña e Irlanda y hasta la obsesión europea con la ciencia y la tecnología y el afán de superioridad de los pueblos europeos sobre aquellos más allá de los mares.
Los distintos viajes que hace Gulliver (al país de los diminutos
liliputienses, pero también a de los gigantes de Brobdingnag, al la
isla volante de los científicos y pensadores, o a la de los caballos
parlantes de houyhnhnms) va mostranto al europeo sucesivamente como
gigante, como enano, como ignorante o directamente como un ser
ruidoso y salvaje (como los humanos llamados "Yahoos" del
último viaje).
Vista con la perspectiva ventajosa que da la historia, permite pensar
que Swift tenía razón denunciando la soberbia del ciudadano europeo
que supuestamente llevaba la labor civilizadora, tras todos los
errores que los europeos cometieron con sus imperios coloniales en el
siglo XIX o con la autodestrucción de Europa en sus dos guerras
mundiales del slgo XX y que acertó plenamente denunciando esa
soberbia.
Swift fue sin duda un autor afortunado: su obra permitía desde el principio tanto la lectura jocosa con la sátira que hace del mundo de los viajes (Swift denunciaba que al menos la mitad de lo que aseguraban los libros de viaje podía ser todo inventado y lo demostró con esta obra) como la lectura de aventuras. Se llegó a decir que todo el mundo leía a Swift, desde los niños de la guardería hasta los miembros del Gobierno.
De hecho, el juego de palabras que permite el título (Gulliver´s Travels,"Los Viajes de Gulliver", suena muy parecido en inglés a Gullible´s Troubles, "Los Problemas del Crédulo") permitía al lector saber desde el principio que se encontraba ante una obra satírica, de modo muy parecido a lo que ocurría con El Quijote y el libro de caballerías (de hecho el libro de Cervantes tuvo una fortísima influencia en la novela británica del siglo XVIII).
Una obra pues muy recomendable para leer con un espíritu crítico,
pero sobre todo también con unas grandes ganas de diversión, y por
tanto una lectura a recomendar y a analizar desde el instituto -como en su día hicimos con el Huckleberry Finn- con
cualquier grupo de lengua inglesa.
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