Esta semana se ha incoporado un nuevo Auxiliar de Conversación a
nuestro instituto: Anthony de Wisconsin.
Como es habitual con nuestros Auxiliares cuando se incorporan,
solemos solicitarles una presentación personal con nuestros alumnos,
para que así conozcan nuestros alumnos a los Auxiliares: sus
orígenes, sus aficiones, sus costumbres, sus experiencias...
La presentación luego suele dar pie a que el intercambio de
información sea mutuo, para que así los alumnos pregunten y sean
preguntados, para que en lugar de una conferencia sea una
conversación, para que los alumnos no sólo presten atención a un
acento diferente sino para que también se enganchen con él en una
conversación y sepan realizar esos intercambios de curiosidad,
empatía y comunicación.
Y además solemos hacerlo con una presentación de Powerpoint: no
sólo para que los alumnos puedan ver multiplicidad de imágenes de
la zona de origen y del entorno personal del Auxiliar de Conversación
sino para que nuestros alumnos aprendan determinados aspectos de como
hablar en público y como apoyarse (y cómo no) sobre una serie de
diapositivas para hablar.
Pero esta vez con Anthony, de Wisconsin, no lo hemos hecho así. Le
hemos dado una vuelta a la técnica. En lugar de hacerlo con un
powerpoint más, hemos aprovechado esta vez a nuestro Auxiliar de
Conversación para que lo hiciera de una manera muy distinta y con
una técnica profundamente americana: el Show & Tell.
El Show & Tell es una manera de dar conferencias que muchas veces
se ve en las películas con las costumbres de los niños en primaria:
llevarse algún objeto personal de los alumnos a clase para explicar
a sus compañeros por qué es importante para ellos y que simboliza o
representa.
Sin embargo la técnica del Show & Tell se utiliza de formas muy
diversas para ilustrar las conferencias: sean de divulgación,
científicas, comerciales, tecnológicas....
El Show & Tell de Anthony (Tony en adelante) ha consistido en
llevar bastantes objetos personales e irlos sacando uno a uno de la
caja. No era él el que decía por qué eran importantes sino que
eran los alumnos los que tenían que hacer hipótesis y
explicaciones. Así practicaban toda su batería de recursos
expresivos intentando ser exitosos en adivinarlo.
Finalmente Tony acababa por aclarar la significación, que podía o
no coincidir con lo supuesto.
Una nueva técnica de hacer las presentaciones con la que
probablemente sigamos trabajando con nuestros alumnos en futuras
clases.
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