Es
extraño hacer un artículo sobre las actividades específicas del
debate en el Aula de Sección, porque a decir verdad el debate se
está utilizando constantemente en el Aula de Sección. Las preguntas
y cuestiones a los alumnos son constantes, la propuesta de una idea y
el darle la vuelta entre todos no es una cuestión de las actividades
específicas de debate únicamente: nos encanta alentar la
participación y opinión de nuestros alumnos. Es una actividad sana, que fomenta el espíritu crítico, la iniciativa de los alumnos, su curiosidad.
Por poner un ejemplo
muy específico: cuando les enseñamos la historia de Gran Bretaña o
de Estados Unidos no les bombardeamos con información , lo habitual
es preguntarles ¿Qué conocéis?
¿Que creeis que pasó? ¿Como evoluciónó? ¿Por qué creéis que
pasó? ¿Podría haber ocurrido de otra manera?
Pero
dicho esto, porque nos encanta fomentar la participación del
alumnado y la formación de su espíritu crítico, el desarollo de sus propias opiniones, la seguridad en sí mismos, el respeto a las opiniones de los demás, el que trabajemos habitualmente con este tipo de preguntas y conversaciones en clase no significa
que no se realicen actividades específicas de debate o que no
realicemos sesiones en clase específicamente dedicadas al debate.
Por
ejemplo, en el curso anterior 2017/2018, y cuando nos planteábamos
la presentación de nuestos alumnos al programa de Global Classrooms
de la Comunidad de Madrid y Naciones Unidas para este año 2017/2018,
nos preocupó preparar con tiempo a nuestros alumnos para habilidades
que iban a necesitar para su participación en el programación en el
programa: la habilidad en la investigación, en el debate, y en la
capacidad de evitar el plagio.
La
habilidad en la investigación era algo que teníamos muy trabajado
en clase, con todo tipo de proyectos, al menos en el Aula de lengua
inglesa (búsquedas sobre festividades, personalidades científicas,
etc) porque es una manera de desarrollar la autonomía de los alumnos sin que caigan en la manipulación, que aprendan a descubrir fuentes fidedignas y fuentes poco fiables.
Y sobre el tema del plagio habíamos realizado actividades
específicas, no sólo por la gran cantidad de problemas que el plagio puede ocasionarles, sino por lo sano y beneficioso que es para el alumno tener seguridad en su capacidad de parafrasear, explicar las ideas con sus propias palabras, sentirse seguro en que el concepto está en su cabeza y pueden intentarse sentirse mejor con sus propias palabras, de un modo, de otro, hasta que el interlocutor termina por entenderlo. Les hace sentirse bien consigo mismos, y eso, además de desarrollar su capacidad lingüística, es una manera de trabajar su comodidad y bienestar.
Nos quedaba por trabajar sobre todo el debate en sentido estricto, procedimental, con sus dificultades y sus problemáticas específicas . Aunque el debate en Global Classrooms es más rígido
que el debate que se produce en el Aula, porque GC reproduce el
sistema parlamentario de Naciones Unidas y tiene unas normas formales
de turno para el habla (discurso inicial, debate moderado,
negociación y propuesta y voto de resoluciones), en todo caso
fomentar las habilidades dialécticas de los alumnos es un requisito
del Aula de Inglés. Hay que contribuir a mostrar el respeto, desarrollar la escucha activa y atenta, fomentar el diálogo como una forma de encuentro, no como una forma de batalla.
Por
eso dedicamos una serie de clases a la realización de debates. Inicialmente celebramos debates conjuntos entre toda la clase,
pero el problema que plantea un debate con tantos participantes es
que el turno de palabra es más escaso por la cantidad de gente
(aunque no obstante eso se parece más al turno parlamentario que
luego desarrollan como el parlamento de Naciones Unidas).
De
modo que también dedicamos otras sesiones a fomentar el debate pero
en pequeños grupos, de 5 personas e incluso de 3, para asegurarnos
de que la participación era más activa. La ventaja de ponerlos en
grupos de 5 es que permite crear parejas con posiciones opuestas y
que el alumno o alumna impar quede como moderador(a) del debate.
La
ventaja de utilizar gurpos de 5 (2 parejas debatiendo una con la otra y 1 moderador) es que así los alumnos que trabajan en pareja deben aprender a
complementarse y a cederse el turno. A confiar el uno en el otro, a otorgarse seguridad mutua y a responder al otro que te la ha otorgado.
La ventaja de crear grupos de 3
(1 moderador y dos personas debatiendo cara a cara) es que en cambio
la respuesta debe ser más rápida, no se tiene un compañero/a que dé el relevo. Son debates uno a uno y debes estar listo para mantener la guardia.
Cualquiera de las dos
disposiciones tiene su ventaja.
Aparte
de la configuración del aula, otro aspecto que es muy importante
para la celebración adecuada de los debates es el trabajo sobre el
vocabulario y las expresiones: los alumnos deben aprender a defender
sus posiciones con educación, respeto y seguridad y tranquilidad, creando un clima sano de trabajo, y
eso depende tanto de trabajar conceptos como la seguridad en sí
mismos como el tono, de voz, el vocabulario y las expresiones, por lo
que hay que trabajar al principio y entre debates sobre las formulas
adecuadas para expresar el acuerdo y el desacuerdo (Por
un lado, por el otro, entiendo lo que me dices, pero ten en cuenta
que, quizás no estamos estando olvidando dé, entiendo tu punto de
vista, etc, etc).
Otro
tema fundamental en estos debates es el tema de la evaluación (el
tema de la evaluación y calificación es tan rico, complejo y
adecuado que ya haremos una entrada más adelante sobre el tema).
Sólo decir aquí que para que cualquier actividad en aula sea bien
aprovechada es recomendable (necesario, imprescindible) que la
evaluación y calificación esté organizada adecuadamente . Tan
importante es que la información y los datos estén recogidos de
distintas maneras y que sean percibidos como justos como que estén
adecuadamente verbalizados.
Por
ejemplo, volviendo a la actividad de la que estamos hablando, al
haber varios grupos trabajando en el Aula y siendo imposible por el
profesor escuchar al mismo tiempo a todos, trabajamos por recoger el
máximo número de datos posibles ¿Cómo? Involucrando a los alumnos
mismos. Para empezar el profesor no estaba sólo en Aula, sino que
realizó las actividades con la Auxiliar de Conversación para tener
más sugerencias, ideas e impresiones, y además los dos estuvieron
paseándose constantemente por el Aula escuchando a cada grupo, y
luego cada uno asignó alguna calificación a cada alumno (siempre
por separado, para no condicionarse el uno al otro) y al mismo
tiempo, al acabar la tarea, los alumnos se calificaron amigablemente los unos a los
otros (tanto a los que debaten como al moderador), luego se juntaron
todas las calificaciones y se combinaron.
Además no basta con la mera
calificación numérica, es preciso justificarla y verbalizarla
(dando
razones de lo que se ha hecho correctamente y sugiriendo cómo se
puede mejorar). Nuestra experiencia es que los alumnos
aprecian esta manera de recibir una evaluación y sugerencia variada. Les hace percibirla como más justa (lo es, no todos
percibimos al mismo tiempo las mismas cosas ) la verbalización de los
aciertos y de las cosas a mejorar les da estímulo y orientación
para perfeccionarse, y además les da la percepción de ser
apreciados, escuchados y atendidos en todas sus intervenciones, lo
que sin duda es una de las responsabilidades más importantes del
centro. Al menos así es como hicimos estas sesiones, que fueron muy positivamente recibidas por los alumnos y razón por la cual continuamos con ellas durante varias sesiones.
Pero
ya hablaremos más adelante en otro momento de la complejidad de la
evaluación, lo importante es que conste ahora la importancia de
desarrollar todas estás importantes habilidades oratorias y
dialécticas y que estas contribuyan al bienestar del alumno, no a su sentimiento de agresividad y presión, sino a su seguridad, comodidad, entusiasmo y participación.
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