Nuestros alumnos madrugaron este miércoles 23 de enero para acudir a
la Plaza de la Remonta a unas horas intempestivas, mucho antes de que
fuera de día, antes de que abriera el instituto, antes incluso de
que hubieran plantado el instituto, como alguno dice, todo por su sentido
de la puntualidad y su responsabilidad abrumadora. Acudieron
debidamente acicalados y cumpliendo con la etiqueta solicitada para
el evento que les aguardaba: la conferencia regional de Global
Classrooms en el CRIF Las Acacias.
Los diez alumnos seleccionados, representantes de los alumnos de su
clase, representantes de todos los alumnos del instituto, llegaban
con los deberes hechos, la materia bien aprendida, las prácticas ya
realizadas, los discursos, argumentos y prácticas muy bien
ejercitadas.
Atrás quedaban meses de preparación, de estos diez alumnos, de sus
profesores y de sus compañeros para perfeccionar las habilidades
necesarias para participar en estas conferencias temáticas con los
procedimientos y las prioridades de las Naciones Unidas.
Habían
tenido que investigar sobre el tema asignado este año, Violencia
Juvenil y Delincuencia Juvenil como consecuencia de las condiciones
socio-económicas desde
la perspectiva de países muy distintos y sobre todo desde las de los
países que les habían sido asignados para la Conferencia:
Afganistán,
Argentina, Noruega, Nueva Zelanda, Sudáfrica.
Adelante quedaba un largo viaje hasta el CRIF Las Acacias en metro, y
una larga jornada en la que verían puestas a pruebas sus virtudes.
Aprovecharon el viaje en metro para ir repasando ligeramente, para
relajarse, para terminar de pulir los últimos flecos de sus
intervenciones y para disfrutar del trayecto relajado en el metro en
compañía de los profesores acompañantes, de las asignaturas de
Geografía e Historia y de Inglés Avanzado.
Cuando llegaron al centro de las convenciones, puntúales como un
reloj, pudieron reencontrarse con su principal preparadora, la
Auxiliar de Conversación Caroline Hutton, que tan extraordinaria
labor ha hecho con ellos, y con otra profesora del departamento de
Inglés que acudía para ayudarles y acompañarles y asistirles.
El desafío estaba a punto de comenzar.
En
unos pocos minutos los alumnos fueron citados a sus distintas salas
de reuniones: comités Unicef 1, Unicef 2, Unicef 3. Cada uno de los
profesores acompañó a un grupo de alumnos distintos a una sala
distinta y Caroline se despidió para acudir a otra sala distinta a
presidir el Comité de Derechos Humanos que se reunía para tratar el
otro tema asignado para este concurso, la
Violencia de Género, en
este ciclo de conferencias.
Una
vez en las salas, nuestros alumnos se pusieron manos a la obra. Se
presentaron debidamente en el turno de llamada, cada pareja con un
país distinto en salas de reuniones con unas quince delegaciones
nacionales distintas. Nuestros alumnos cumplieron el primer desafío
del día, el Discurso de Apertura o Opening
Speech
con unas actuaciones más que sobresalientes. Especialmente comentado
fue el discurso de Aya y Lisa con la nación de Sudáfrica, con una
poderosísima alocución al auditorio, mirando a todos y cada unos de
los intervinientes a la cara, haciendo un profundo alegato. Pero la
verdad es que nuestros alumnos estuvieron todos extraordinarios.
Justo
a continuación vino la segunda ronda de la conferencia, el Moderated
Caucus o
Debate Moderado, en el que los países comenzaban a debatir sobre las
distintas cuestiones que los debates iban abriendo: pobreza infantil,
abusos, desigualdad económica, faltas de escuelas, la necesidad del
poderío de la educación y la cooperación internacional para la
solución de todos estos problemas. Cada delegación iba comentando
la cuestión desde la perspectiva de la nación que tenía asignada,
haciendo siempre referencias a las intervenciones de los anteriores
países y mostrando respeto a las preocupaciones que otras
delegaciones comentaban.
Si
en la primera parte o Opening
Speech
el reto era presentar y resumir la compleja problemática y la
articulada posición de un país, contra el reloj, en voz clara,
lengua inglesa y ante auditorios de más de cuarenta personas, ahora
en el Moderated
Caucus el
reto era demostrar su extraordinaria capacidad de escucha y de
espíritu crítico, sus habilidades de empatía, sus virtudes para la
cooperación y la creación de alianzas. A todo correr, en inglés,
con un sistema de turnos y petición de palabra, levantándose a
hablar ante los auditorios, con más de treinta alumnos y cerca de
veinte adultos escuchándoles atentamente, pensando a la velocidad
del rayo, actuando y decidiendo en apenas décimas de segundo,
mostrando sus grandísimas cualidades de diálogo y elocución.
Suena quizás tremendamente imponente, pero lo cierto es que nuestros
alumnos demostraron una extraordinaria capacidad de respuesta y una
maravillosa capacidad de adaptarse a las circunstancias y
disfrutarlas. Fue para nosotros una delicia ver a Sihao y a Mara,
mostrando las respuestas de Afganistán, a Paulo y a Alina, dando las
de Noruega, a Llun y a Víctor actuando por Nueva Zelanda, a Aya y
Lisa con Sudáfrica, a Achraf y Raidy con Argentina. Hemos de contar
aquí que los profesores asistíamos boquiabiertos a las
intervenciones de nuestros alumnos, no porque no conozcamos las
virtudes de nuestros alumnos, sino porque aquí se elevaron por
encima de todo lo que habíamos visto hasta ahora, porque agarraron
la ocasión e hicieron actuaciones extraordinarias que recordarán (o
deberían) durante todas sus vidas.
Podemos
(debemos) confesar que en esos momentos, sobre todo cuando empezó la
tercera parte o Unmoderated
Caucus,
una fase en la que los delegados se levantan, se buscan unos a otros,
se encaran en corrillos y en negociaciones, los profesores éramos
ya meras estatuas, maravillados espectadores, pues ya éramos
superfluos, irrelevantes, innecesarios, pues nuestros alumnos ya no
tenían ninguna necesidad de nosotros, entregados como estaban a esa
frenética actividad parlamentaria, con su absoluto dominio de la
materia encargada.
Espectadores de lujo, eso sí, porque teníamos butacas privilegiadas
para ver ese espectáculo. Como directores de orquesta que ya no
necesitan dirigir nada, porque la orquesta va sola, nos dedicábamos
a mirar, a observar, a intercambiar impresiones de nuestro asombro,
nuestra fascinación, nuestra rendida admiración de sus actuaciones.
Pudimos aprovechar para cambiarnos de aula en aula, y tener cada uno
la fortuna de ver a todos y cada uno de nuestros superdelegados: a
Sihao y a Mara como un binomio perfecto de defensa de los afganos, a
Llun y a Victor en el centro de las negociaciones en su comité, a
Aya, Lisa, Achraf y Raidy en los grandes debates de su sala, a Alina
y a Paulo en perfecto tandem, una negociando resoluciones y otro
negociando los votos y los apoyos.
Fue espectacular. Tuvimos un pequeño parón para el almuerzo, en que
Caroline pudo bajar con nosotros y comimos en la cafetería y en el
patio adyacente. Los alumnos estaban radiantes, entusiasmados,
haciéndose fotos unos con otros, por insitutos, riendo, hablando y
descansando pues después de la comida tocaba volver a subir a las
salas de reuniones y enfrentarse a las prouestas de resoluciones y a
las votaciones, que eran la cuarta y última parte de la Conferencia.
Nuestro entusiasmo y alegría fue aún mayor ver los nombres de las
delegaciones de nuestros alumnos como propulsores de las mayores
resoluciones en los Comités, por ejemplo podemos recordar ver el
nombre de Noruega en algunos de esos documentos. Que nos perdonen si
nos olvidamos de mencionar más ocasiones, pero es que había tantas
ocasiones de maravilla y deslumbramiento que olvidamos recordarlas
todas.
Nuestros alumnos cumplieron asombrosamente en estas actuaciones de
Global Classrooms -Modelo Naciones Unidas, y no fue por la
preparación unicamente de estos últimos meses (aunque la labor de
la Auxiliar de Conversación Caroline, ha sido decisiva) sino por la
estupenda cualidad de nuestros alumnos y de todos sus preparadores,
tanto los que han tenido a lo largo de la secundaria y la primaria
como de los formadores estupendos que han tenido en sus hogares.
No se puede sobreestimar la importancia de lo que estos alumnos
hicieron este pasado miércoles, no ya sólo para ellos, sino para
cualquier alumno del centro. Demostraron no sólo que la capacidad de
estudio y manejo de temas complejos no están tan sólo a la altura
de los adultos (de hecho habría que ver cuantos adultos seríamos
capaces de actuar como lo hicieron ellos) no sólo que se puede
estudiar y aprender de estas fascinantes maneras (en ese sentido, la
actividad de Global Classrooms – Modelo Naciones Unidas es una
experiencia única y formidable), no sólo demostraron todas esas
cosas, sino que demostraron además cuánto valen todos y cada uno de
los alumnos de este instituto.
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